Amanecer

Amanecer

La noche picotea las últimas centellas del cielo,
finalizando el periplo que impone su manto negro azabache,
mural de esperanza e infinita desgracia.

Latidos en legión con dulce claridad despiertan de su letargo forzado,
formando la sinfonía de la vida que tanto habrá marcado.

Todo se pone en marcha y orden,
empezando a escribir la pluma del destino,
que con acierto y a veces desatino,
definiendo está conspirar con el gran orbe.

Fiel ciclo de amor y castigo;
fuente de temor que no maldigo.

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